1.
Las puertas de los camarotes se habían quedado abiertas, pues
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incómodos, víboras al asalto,las mismas que en las crecidas trepan por las ruedas de los vaporeshasta los camarotes
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con frecuencia de subir al puente y la niebla invadíahasta nuestros camarotes
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mojaran las olas ácontinuar encerrado en los estrechos y obscuros camarotes,
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Entorno de ellos, los camarotes de la gente rica, la
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proa tieneel salón-comedor, y después de el los camarotes de
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techumbre a los camarotes del altopersonal del buque y tiene en
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Crujían en los camarotes las cerrajas
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agujero de sus camarotes, aguantando el mareo, y hoy esla
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mantenían invisibles en sus camarotes
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la siesta,ligeros de ropa, en el interior de sus camarotes o en los
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en la sala de los niños y en los camarotes de gran lujo
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pasajerosestaban ya en sus camarotes o se mantenían en el paseo
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luego en lospasadizos y recovecos de los camarotes
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Los sesteantes abandonaron sus camarotes a las cuatro de la
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Las doncellas de los camarotes de lujo iban de mesa en mesa,
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mirando losnúmeros de los camarotes
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suya, yhasta algunas señoras ocultaban en sus camarotes el arma
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junto a laverja que cerraba el paso a los camarotes, espiando las
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puertas delos camarotes que daban al salón
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Todosdormían en sus camarotes
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Los camarotes, de dos camas en su mayor parte, son estrechos y poco
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Escudriñando a su alrededor, atisbo al elfo que había visto en los camarotes de pasajeros
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{176} Al pasar, miraba con codicia los pequeños camarotes estrechos y desnudos donde se concentraba lo esencial de una vida de hombre, y entonces empezó a preferirlos a las habitaciones más lujosas
25.
–Está bastante bien -le dijo Haral ante los camarotes de la cubierta inferior
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–Podríamos meterlo en los camarotes de la tripulación
27.
—El estar encerrada en esos camarotes bastaría para matar a cualquiera —declaró la señora Blair, dejándose caer en un asiento a mi lado y despidiendo a su compañero con una inclinación de cabeza—
28.
—El Corsario, seguido de Carmaux y Wan Stiller, que transportaban al catalán, cruzaron por entre una doble fila de marineros y se dirigieron al encuentro de una blanca silueta que acababa de aparecer por la escalera de los camarotes
29.
Descendieron la escala que llevaba a los camarotes, y estaba ya Harry por sacar del bolsillo la llave, cuando se detuvo e inclnándose hacia adelante prestó atención
30.
Los pasajeros subieron a bordo, siendo conducidos a sus camarotes Al no estar el barco lleno completamente, a la mayoría de los expedicionarios les dieron cabinas en cubierta
31.
–Embarcad en primer lugar al cristiano y atadle en el entrepuente o encerradle en uno de los camarotes con guardianes
32.
Ya salían por entre las tablas a medio carbonizar del casco, pasando por los camarotes y derritiendo el alquitrán del revestimiento
33.
- De todos modos, los camareros cierran con llave los camarotes - indicó Ellie
34.
—De todos modos, los camareros cierran con llave los camarotes —indicó Ellie
35.
Cuatro robustos marineros tomaron al joven norteamericano y a Toby por debajo de las axilas y los transportaron a los camarotes de popa, acomodándolos en unas buenas camas
36.
Densas nubes de humo habían invadido ya el pasadizo y en el fondo se veían las llamas irrumpiendo en los camarotes de los oficiales
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Abrió varios camarotes, y habiendo encontrado uno amueblado con cierta elegancia, le rogó que entrase y se acostara en el lecho que ocupaba su centro
38.
—Señora, hablaríamos mejor en uno de los camarotes
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–En los camarotes del personal de vuelo -añadió el segundo oficial de seguridad
40.
Con una anchura de treinta y cuatro metros y seis pisos de altura, parecía un edificio de apartamentos, y albergaba los camarotes de los oficiaíes y la tripulación, los comedores, un hospital y consultorios, despachos y salas de conferencias
41.
Acabadas las formalidades, un marinero los acompañó hasta sus cómodos camarotes
42.
Después del reencuentro de la muchacha con María, y que atendieran las lesiones del tío Karl, todos se retiraron a sus camarotes para recuperar las muchas horas de sueño perdidas
43.
Después de pasar varios camarotes, se detuvo frente a uno y abrió la puerta
44.
– Esperó a que los demás se fueran a los camarotes antes de añadir-: Ahora si no les importa, amigos míos, ¿podrían explicarme qué está pasando?
45.
En la cubierta de proa, Little y Crozier miraron todos los camarotes y alojamientos, observando lo limpios que habían dejado los oficiales sus literas y estantes y restantes posesiones, y vieron luego las hamacas de los marineros recogidas por última vez, sus baúles aligerados pero todavía en su sitio, como si esperasen la llamada para la cena, y luego fueron a popa y observaron los libros que faltaban en la sala Grande, donde los hombres habían elegido y se habían llevado muchos al hielo, con ellos
46.
En el siguiente nivel se hallaban los camarotes de los oficiales y del capitán
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Siguiendo el ejemplo del presidente estadounidense y más aún teniendo en cuenta que las demás delegaciones habían realizado vuelos de larga duración, los comensales se levantaron pronto de la mesa y se retiraron a sus camarotes
48.
Pero el 7 de octubre, entre Alejandría y Port Said, los terroristas se encontraban en uno de sus camarotes comprobando sus armas cuando entró un camarero, vio las armas y se puso a gritar
49.
Unas jóvenes sirvientas, vestidas con unas túnicas que imitaban las de la marina de guerra, si bien dejaban al descubierto buena parte de los muslos, se afanaban en torno a la escalera de madera noble que conducía a los camarotes
50.
Se oían en el hospital, inmenso y vacío, en el comedor de oficiales desierto y en los camarotes de la tripulación, donde si se pasaba la yema de los dedos por alguno de los armarios se sentían las leves vibraciones que generaban
51.
Detrás del edificio, en un patio de caliche cercado con alambre de gallinero, había dos bodegas grandes de construcción más reciente, y al fondo había un caño cerrado, sucio y maloliente, donde se pudrían los desechos de medio siglo de navegación fluvial: escombros de buques históricos, desde los primitivos de una sola chimenea, inaugurados por Simón Bolívar, hasta algunos tan recientes que ya tenían ventiladores eléctricos en los camarotes
52.
En la planta alta del edificio estaba la sección administrativa, en oficinas pequeñas pero cómodas y bien dotadas, como los camarotes de los buques, pues no habían sido hechas por arquitectos civiles sino por ingenieros navales
53.
Florentino Ariza le explicó que todo eso eran leyendas de otros tiempos: los buques actuales tenían un salón de baile, camarotes tan amplios y lujosos como cuartos de hotel, con baño privado y ventiladores eléctricos, y desde la última guerra civil no había más asaltos armados
54.
En el cuarto vecino, dividido en camarotes de metal rojo, dormían los guardianes que no estaban de turno
55.
—La Janjong se encuentra en los camarotes de la segunda cubierta, ¿verdad?—
56.
Salí del camarote de Vilor y llamé a un marinero para que comunicase a Kamlot que Vilor y Moosko no estaban en sus camarotes, dando orden de que los llevaran a mi presencia tan pronto como fueran hallados
57.
Aquellas tres personas habían desaparecido de sus camarotes y, lógicamente pensando, debían aparecer pronto
58.
Pero la chica se limitó a mirarlo, abrazó al bebé con más energía y salió corriendo hacia los camarotes
59.
Otros aparecieron en el tejado de los camarotes
60.
No me importa el tamaño de los camarotes, ni la calidad de la mercancía, mientras sea veloz y seguro
61.
—¡Baja a los camarotes y pide al ex cónsul Lelio que suba a cubierta, y rápido, por Hércules! —ordenó el capitán a uno de los marineros
62.
La alimentación, frugal e incompleta, provocó enfermedades y síntomas carenciales, la angostura de los camarotes y el calor constante de esos días favorecían que todo se hallara infestado de bichos
63.
Entretanto, la cubierta principal se había vaciado: los pasajeros se precipitaban a sus camarotes para empaquetar sus pertenencias
64.
–¡Dios mío! ¡Y sólo ha pasado un par de días desde lo de Jamaica! ¿Recuerda cómo reaccionaron los pasajeros contra la armada americana y los aduaneros por haber entrado en sus camarotes? ¡El consejo de administración se va a alegrar de todo esto…!
65.
Pero introducirse en los camarotes a espaldas de los pasajeros…
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No había literas en las suites de camarotes del Campari
67.
Tomé las llaves de White y proseguí con las restantes suites de camarotes, mientras Cummings se dirigía a las de la cubierta de abajo
68.
–Así, ya habrá registrado los camarotes de los pasajeros y de los camareros…
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Colgué y descolgué otro teléfono que conectaba directamente con los camarotes de los oficiales radiotelegrafistas
70.
Tuvimos suerte el contador y yo, pues no nos vinos en la necesidad de echar a nadie de sus camarotes
71.
Las cubiertas de sol estaban llenas de pasajeros dispuestos a gozar del cielo azul todo lo posible antes de que el mal tiempo se recluyera en sus camarotes
72.
Temblando en forma incontrolable y con los rostros manchados de azul por el frío, los hombres regresaron al único lugar de reunión razonablemente cálido que quedaba en el San Andreas: el comedor y área de recreación del hospital, situado entre las salas y los camarotes
73.
McKinnon se marchó y bajó de la cubierta a los camarotes de los oficiales
74.
McKinnon la guió por la escalera hacia los camarotes de la tripulación
75.
Aquellos camarotes habían sido reservados con mucho tiempo de anticipación
76.
Su mirada se movió hacia los escalones que conducían a los camarotes de la cubierta inferior y la proa
77.
Niten y Josh aparecieron de los camarotes
78.
Bajaron por allí, recorrieron un pasillo angosto y en el trayecto pasaron por la puerta de media docena de camarotes
79.
En ese momento entraba a puerto el majestuoso Rotterdam, con más de mil pasajeros y todos los camarotes ocupados, por supuesto, a un precio que promediaba, según los tesoreros, los dos mil ciento noventa y cinco dólares
80.
En lugar de encerrarse en sus camarotes, los dos hombres prefirieron quedarse en la cubierta, bajo la lluvia, mirando hacia el norte y preguntándose qué podría ocurrirles todavía en su largo viaje hacia Camarga
81.
Pero un día, mientras estaba frente a los camarotes donde nos alojábamos ella, el rey y yo, inclinado sobre la barandilla con la mirada en el mar grisáceo y el cielo cubierto de nubes, Ermizhad se me acercó
82.
Daniel sólo sabía un poco de barcos, pero incluso un granjero se daría cuenta de que disponía de varios camarotes a popa, bien señalados por las ventanas, y que había luces encendidas tras las cortinas corridas y las contraventanas cerradas
83.
La estrategia de al-Ghuráb había sido cansar a los franceses tomándose su tiempo y escogiendo con cuidado; pero con el paso del día quedó claro que el tiempo estaba del lado de los capitanes de las galeras, que se relajaban en sus camarotes, y de Pierre de Jonzac, que bebía champán bajo un gigantesco parasol dispuesto en el embarcadero, mientras Jack, Dappa y al-Ghuráb corrían y bajaban por las pasarelas, olían cuerpos y sufrían las maldiciones de los galériens
84.
Pero ahora que el Météore estaba de camino, aunque lentamente, los marines ingleses habían empezado a golpear con desgana las puertas de los camarotes
85.
un día simplemente el capitán desaparece, y los oficiales están encadenados, confinados en sus camarotes, pero ninguno de ellos lo sabe todavía porque los han drogado para que duerman
86.
Y que las ventanas estén cerradas a cal y canto para impedir que el agua penetre en los camarotes
87.
La Odysseus era un grueso disco con los motores y los depósitos de combustible en el centro, un corredor que recorría el perímetro, encajes para amarrar camarotes y módulos de carga
88.
El nivel de radiación en nuestros camarotes es inferior al que tenemos en Marte y mucho menor que en la mayoría de los lugares de la Tierra, especialmente las montañas
89.
Ellos no acuden al refugio, simplemente permanecen encerrados como de costumbre en sus camarotes especialmente acondicionados
90.
La mayor parte de la tropa estaba alojada en camarotes, cuatro en los dobles y tres en los individuales
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–Es que me tocan los camarotes de la cubierta 8 -contestó Constance, sin olvidarse del suyo, el alemán
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–¿Dónde trabajas? – En los camarotes de la cubierta 8
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Por favor, sigan las instrucciones situadas en las puertas de los camarotes, o las órdenes del personal antiincendios
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La superestructura sufrió el impacto de unas olas que llegaban hasta los camarotes y balcones más bajos de babor
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Se imaginó el terror y el caos que debían de reinar entre los pasajeros al caer hacia babor junto con todo el contenido de sus camarotes, y todo lo que había en el barco
96.
¿Cuál es la alternativa? – Meter a los pasajeros en los camarotes y que se preparen para el impacto
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Que todos los pasajeros vuelvan inmediatamente a sus camarotes, sin excepciones, y que se pongan los dispositivos de flotación que hay debajo de las camas
98.
Fuera lo que fuera, una hora después del regreso de la embarcación- excepto los hombres del cuarto-, la tripulación en su puesto, el Conde de Artigas, Serko y el capitán Spada, en sus camarotes, dormían a bordo de la goleta, inmóvil en las tranquilas aguas del Neuze