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    Usar "manguera" en una oración

    manguera oraciones de ejemplo

    manguera


    1. Vi un trozo de manguera en el asiento trasero


    2. A Oliver le dieron un baño de manguera y le ataron una cinta en el cogote con intención de atenuar en algo su aspecto de fiera


    3. Lavan los helicópteros con manguera, pero el olor no desaparece


    4. Mira el agua de la manguera


    5. Raimunda coge de nuevo la manguera y continúa regando, apacible, sonriente, mirando a su señora subir la escalera que da a la casa


    6. Fernández, que era quien más cerca estaba de la puerta, disparó su HK moviendo el cañón de un lado para otro, como si fuera una manguera


    7. Le pregunté cuánto tiempo me quedaba y él creció de súbito hasta su edad actual, dejó de reír bajo la manguera, se arrimó a la ventana de espaldas a mí, mirando el mercado, dijo Cerca de dos o tres semanas, no lo sé, Julieta, que era ahijada de la dueña de la pensión corría en Ericeira detrás de los pollos, mi sobrino continuaba mirando el mercado, y yo me acordé de un año distante en el que prolongué el verano hasta los últimos días de octubre, me acordé de las palanganas en el hotel desierto, del mecánico albino que rondaba en el temporal, de los albatros en la bodega de la caldera y en los vanos del tejado de los chalés entre los cabrahigos, de los tres caballeros de negro encerrados en un cuartito del primer piso, y del cuervo que arrastraba las alas en la cocina soltando palabrotas de marinero


    8. y yo le apreté la manga con fuerza creyendo que tal vez podríamos partir todavía y no podíamos, con qué dificultad se curvan las espaldas, con qué dificultad los brazos, con qué dificultad las piernas se mueven, en el sitio de la Estrada Militar no hay soldados marchando con un oficial y un tambor al frente, sino chabolas de negros y gitanos, de gitanos y de negros, sin una luz salvo la de los dientes y la de la baba de los perros tan enclenques como ellos, barracas con trozos de cartón, con tablas, con duelas de barricas, con maderas de andamios, mujeres descalzas calentando cazos en las piedras, niños con rostros como charcos, cieguitos, aun en septiembre un lodazal de lluvia, pobres de vosotras que habréis de entrar a la iglesia (y yo encerrada en el ataúd) y al empujar la antepuerta las llamas de los cirios se inclinarán trémulas hacia vuestro luto que dura lo que una misa y un entierro y habréis de mediros, indecisas, ¿A cuál de nosotras le tocará, Manuela?, ¿A cuál de nosotras le tocará, Luisa?, el cementerio lleno de maridos que no esperaron, que no esperan, ¿Oyes la tormenta?, no es que yo tenga miedo, tú sabes que no tengo miedo, de qué sirve tener miedo, pero habla conmigo, pero quédate ahí un rato, pero no cuelgues todavía, en Ericeira encendía la salamandra al atardecer, el viento en los pinos me aterraba, por la ventana de la sala la colina bajaba hacia las dunas y la arena brillaba, las olas me rompían los huesos en la muralla, mis sobrinos seguían en bicicleta hacia el agua que la bandera roja prohibía, había un café desierto, con grandes letras pálidas, en la cima del farallón, nadie frecuentaba aún la playa de Sao Lourenço, sólo habitada por raras gaviotas, ningún veraneante, ninguna sombrilla, ningún bañista, adolescentes lejos de sus padres saltando por las rocas, y ellas proyectando partidas de canasta, proyectando excursiones a Sicilia, a Yugoslavia, a Leningrado, a Egipto, ¿No te parece, Maria Antonia?, y yo que sí con la cabeza, imaginando un autobús de visitas que tejen por Europa, Sicilia claro, Yugoslavia claro, Leningrado claro, tiene un museo estupendo, Egipto, las pirámides, la Esfinge, y por qué no una excursión a Benfica, y por qué no una excursión a lo que fuimos, bodas, procesiones, bailes de carnaval, partidos de hockey, el lobo de Alsacia de mi padre, encerrado y soltando aullidos, en una jaula, y después de salir las visitas, con sus Sicilias y sus museos, mi sobrino, de espaldas a mí, observando el mercado nuevo, Si la tía no quiere ponerse en tratamiento de quimioterapia no se pondrá, no se preocupe, y yo a él ¿Cuánto tiempo, hijo mío?, y él, cambiando los cacharros de posición, No lo sé, y entonces lo vi sentado en la Quinta do Jacinto, bajo un nogal seco, él, que vivió en Londres, que trabajó en Londres, que tenía ocho canales de televisión y una criada española, ni de la existencia de la Quinta do Jacinto sabía, viviendas con dalias mustias en el otero de Alcántara, el borracho que irrumpía en la sala de costura asegurando Yo vuelo, la modista que lo amenazaba con la plancha y después, ya más calmada, La niña disculpe pero es por culpa de estas cosas y otras más que tengo el corazón hecho una pena, y mi sobrino, con la cartera en las rodillas, en espera de la noche para entrar en casa como yo espero el día para entrar en la muerte porque, no sabiendo gran cosa, sé que moriré de día, durante las primeras horas del día, con un vecino médico, llamado con tal urgencia que ni tiempo tuvo de peinarse, que me auscultó el corazón parado pensando que lo oía cuando lo que realmente oía era el cangilón del ascensor, y conmigo morirán los personajes de este libro al que llamarán novela, que en mi cabeza, poblada de un pavor del que no hablo, tengo escrito y que, según el orden natural de las cosas, alguien, un año cualquiera, repetirá por mí del mismo modo que Benfica se ha de repetir en estas calles y fincas sin destino, y yo, sin arrugas ni canas, cogeré la manguera y regaré, por la tarde, mi jardín, y la palmera de Correios crecerá de nuevo antes que la casa de mis padres y que el molino de zinc pidiendo viento, y mi hermana, viuda también y sin el pecho izquierdo, amputada del pecho por un cáncer, un cáncer como el mío, un cáncer, un cáncer, No es que yo tenga miedo a las tormentas, hay pararrayos por todas partes y además de qué sirve tener miedo, pero no cuelgues todavía,


    9. Compartían el estrecho espacio con el equipo completo de buceo, cientos de metros de manguera y todos los instrumentos necesarios


    10. Pero si tenía la calefacción conectada, más los gases calientes del escape que entraban por la manguera, en el interior del coche debía de haber una temperatura bastante elevada hasta que se acabó la gasolina

    11. –¿Han encontrado algo en la casa que hubiera podido servir para cortar la manguera? – le pregunté a Lucero


    12. –Dicen que enchufó una manguera al tubo de escape y se mató


    13. Habían introducido una manguera a través de un agujero practicado donde antes había estado el picaporte, y el aparato del forense ronroneaba a los pies de éste mientras bombeaba vapores de súper pegamento en el dormitorio de Ferguson


    14. –La manguera del aire estaba enganchada en uno de los barcos -anuncié por el micrófono-


    15. ¿Ha dicho usted que la manguera estaba enredada en algo?


    16. La larga manguera de baja presión estaba enroscada cuidadosamente


    17. –Por lo visto las tiendas de submarinismo estarán cerradas los próximos días -añadí-, pero el compresor parece muy simple: una bomba impulsada por un motor de cinco caballos que insufla aire a través de una válvula de admisión con filtro y lo envía por la manguera de baja presión conectada al regulador secundario del buceador


    18. Se volvió y descubrió que una manguera se había soltado en la habitación; en ese momento se dio cuenta de que una de las pequeñas portillas había volado, o se había quemado, y que el agua estaba irrumpiendo con fuerza incontrolable


    19. Un operario sin experiencia había usado una manguera incorrecta para el N-22 y había atascado la traba de la manguera mientras ésta estaba conectada al ala


    20. Se sirvieron de un sistema parecido al de una línea de montaje: los ayudantes se iban pasando las chicas y las trasladaban al médico, quien utilizaba la sierra de mesa, la manguera, la aspiradora

    21. Lou se la entregó y Eugene apretó la manguera con fuerza contra uno de los pezones de Bran


    22. —Y el de la gasolinera—gimotea Nieves—con la manguera puesta y con


    23. Miré hacia el cobertizo, que estaba al final de nuestro gran jardín, y oí a Alex maldiciendo mientras buscaba el adaptador para conectar la manguera


    24. Había encontrado el adaptador para conectar la manguera


    25. Así que relájase: entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera, si me permite la ordinariez


    26. El agente del equipo de emergencias soltó la manguera y se alejó unos pasos del surtidor


    27. – ¿Excitación? – bostezaba el mozo, rascándose la entrepierna, y colocando la manguera en su lugar de reposo – ¿dónde? No veo yo excitaciones, hombre…


    28. Los hombres corrían en una dirección, hacia la popa, y un grupo de tres bajo la supervisión de un oficial estaba sacando una manguera de incendios enrollada en un mecanismo


    29. Los vigilantes, que estaban utilizando la manguera y lanzando agua a presión, consiguieron apartar al paciente de las rejas y tirarlo al suelo


    30. Luego dio la señal de bajar la manguera y la isla de luz

    31. La manguera se ladeó


    32. Al principio pareció que el robot podría liberar la manguera


    33. —¿Y si los pilotos recogieran la manguera? —Propuso Bohrmann—


    34. –A mí me da la impresión de que cualquier idiota sabe dónde está la manguera del freno


    35. Y desde entonces, después de cada sesión de trabajo, me iba a casa de Jack o salíamos juntos, Jack tenía una vieja ranchera y yo alquilé un Alfa Romeo de dos plazas con el que solíamos alejarnos hasta las montañas, hasta Redlands y luego por la 10 hasta Palm Springs, Palm Desert, Indio, hasta llegar al Salton Sea, que es un lago y no un mar y además un lago más bien feo, en donde comíamos comida macrobiótica que era la comida que por entonces Jack consumía, decía que por su salud, y un día pisamos el acelerador de mi Alfa Romeo hasta Calipatria, al sureste del Salton Sea, y fuimos a visitar a un amigo de Jack que vivía en un bungalow aún en peores condiciones que el de Jack, un tipo llamado Graham Monroe pero al que Jack y su mujer llamaban Mezcalito, no sé por qué, tal vez por su afición al mezcal aunque lo único que bebieron mientras estuvimos allí fue cerveza (yo no porque la cerveza engorda), y después ellos tres estuvieron tomando baños de sol detrás del bungalow y bañándose con una manguera y yo me puse un bikini y los estuve mirando, yo prefiero no tomar demasiado sol, tengo la piel muy blanca y me gusta cuidarla, pero aunque me mantuviera en la sombra y no permitiera que me mojaran con la manguera me gustaba estar allí, mirando a Jack, mirando sus piernas que estaban mucho más delgadas de lo que yo recordaba, mirando su tórax que parecía habérsele hundido un poco más, sólo la polla era la misma, sólo los ojos eran los mismos, pero no, en realidad sólo la gran máquina taladradora como decían en la publicidad de sus películas, la verga que había destrozado el culo de Marilyn Chambers, era la misma, el resto, ojos incluidos, se estaba apagando a la misma velocidad con que mi Alfa Romeo recorría el valle de Aguanga o el Desert State Park iluminados por la luz de un domingo agonizante


    36. Thorn vio una manguera para apagar incendios enrollada alrededor de un gran carretel de metal amurallo al mamparo que estaba entre ellos


    37. Mientras que resulta difícil imaginarse que en Linealandia pueda suceder algo interesante —sencillamente porque no hay espacio suficiente— la vida sobre la manguera está llena de posibilidades


    38. 5 Un ser lineal puede ver directamente en el interior del cuerpo de otro cuando Linealandia se expande dentro del universo de la manguera


    39. Supongamos que el radio de la dimensión circular de la manguera es, por ejemplo, diez veces la longitud de Planck


    40. 1 ofrecemos una lista parcial de estas energías totales para varias configuraciones de cuerdas, que especificamos indicando sus números de enrollamiento y de vibración en un universo manguera de radio R = 10

    41. En esta forma geométricamente distinta del universo de la manguera, podemos recopilar las energías de las cuerdas en una tabla análoga: las energías de enrollamiento son ahora múltiplos de 1/10, mientras que las energías de vibración son múltiplos de su inverso, es decir, de 10


    42. Por consiguiente, llegamos a la conclusión de que las masas y las cargas de las partículas en un universo de manguera de radio R son en todo idénticas a las de un universo manguera de radio 1/R


    43. En primer lugar, estamos suponiendo que la hormiga se ve obligada a vivir sobre la superficie de la manguera de riego


    44. Si, por el contrario, la hormiga pudiera excavar una madriguera en el interior de la manguera —si pudiera penetrar en el material de goma de la manguera— necesitaríamos tres números para precisar su posición, ya que también tendríamos que indicar la profundidad hasta la que ha excavado


    45. Pero, si la hormiga vive únicamente en la superficie de la manguera, su ubicación se puede especificar con tan sólo dos números


    46. Incluso en el caso de que la hormiga viva en la superficie de la manguera, podríamos, si optamos por ello, especificar su ubicación mediante tres números: las posiciones habituales izquierda-derecha, adelante-atrás y arriba-abajo de nuestro espacio tridimensional habitual


    47. Sin embargo, una vez que sabemos que la hormiga vive en la superficie de la manguera, los dos números mencionados en el texto nos dan los datos mínimos que determinan de manera unívoca la posición de la hormiga


    48. Esto es lo que queremos decir cuando hablamos de que la superficie de la manguera es bidimensional


    49. En el caso del movimiento de vibración uniforme de las cuerdas en el universo de la manguera de riego, este valor de la energía es precisamente 1/R, como demostramos en el texto aplicando el principio de incertidumbre


    50. Pero también entendí cuando lo que quería ella era el cunilingüe lento y asombrado con el que mi lengua iba descubriendo el sexo invisible de Diana, avergonzándome de la obstrusión brutal de mi propia forma masculina, güevona, evidente como una manguera abandonada en un jardín de pasto rubio; en ella, en Diana, el sexo era un lujo escondido, detrás del vello, entre los repliegues que mi lengua exploraba hasta llegar al palpito mínimo, nervioso, azogado y azorado, de su clítoris de mercurio puro













































    Mostrar más ejemplos

    manguera in English

    hose

    Sinónimos para "manguera"

    manga goma conducto