Usar "zulema" en una oración
zulema oraciones de ejemplo
zulema
1. encantadoen la gran cuesta Zulema, que dista poco de la gran Compluto
2. Se llamaba La Perla de Oriente, en honor a Zulema, su esposa
3. Sacó su pañuelo y se lo llevó a la cara, manteniéndolo allí con una mano mientras con la otra la desvestía y la acariciaba, pero toda su paciencia y su ternura fueron insuficientes para vencer el rechazo de Zulema
4. Su posición de marido lo convertía en dueño de Zulema, no era correcto que ella conociera sus debilidades, porque podría utilizarlas para herirlo o dominarlo
5. Siempre que lo hacía Zulema volteaba la cara, pero yo consideraba su defecto como un regalo de nacimiento, algo que lo hacía diferente a los demás, único en este mundo
6. Zulema era moralmente neutra, como un niño de pecho, toda su energía había sido desviada o suprimida, no participaba en la vida, ocupada sólo de sus íntimas satisfacciones
7. Después Zulema se enjabonaba furiosamente, se frotaba con alcohol y se hacía lavados con vinagre
8. A Zulema la habían educado para servir y complacer a un hombre, pero su esposo no le pedía nada y tal vez por eso ella se acostumbró a no realizar ni el menor esfuerzo y acabó convirtiéndose en un enorme juguete
9. Por eso, de vez en cuando Zulema asoleaba sus adornos a la hora de la siesta
10. Nadie preguntaba por Zulema, ella era sólo un fantasma extranjero oculto en los cuartos de atrás, cuyo desprecio por el pueblo era retribuido en igual forma, en cambio estimaban a Riad Halabí y le perdonaban que no se sentara a beber o comer con los vecinos, como exigían los ritos de la amistad
11. Mientras Zulema padecía algunas de sus innumerables dolencias encerrada en su habitación, el patrón y yo, ayudados por la maestra Inés y otras vecinas, hicimos tanta comida que aquello parecía una boda de las cortes de Bagdad
12. Delante de Kamal, Riad Halabí se comportaba con Zulema y conmigo como un jefe brusco y autoritario, pero cuando estábamos solos nos compensaba con pequeños regalos y volvía a ser el amigo afectuoso de antes
13. –Siéntate con las piernas juntas y abróchate todos los botones del delantal, me ordenó Zulema
14. –Te estoy esperando, dijo Zulema en español, para evitar el bochorno de decirlo en su propio idioma
15. No era tampoco el momento de ocuparme de mis propios malestares, porque me di cuenta de que en el alma de Zulema algo se había quebrado
16. Me había quedado todo el día cuidando a Zulema en una de sus crisis y lo estaba esperando en la cocina
17. Lo identifiqué al punto, era el hombre que todos los sábados conducía a la tribu a pedir limosna en Agua Santa, el que me encontró una mañana sentada junto al cadáver de Zulema, el mismo que mandó a avisar la desgracia a Riad Halabí y cuando me detuvieron se plantó delante de la Comandancia a patear el suelo como un tambor de advertencia
18. Forcejeó con la tapa y al abrirla rodaron sobre su falda las joyas de Zulema, relucientes como acabadas de limpiar, el oro más amarillo que antes, esmeraldas, topacios, granates, perlas, amatistas, embellecidas por una nueva luz
19. Como supieron más tarde, se llamaba Zulema Fernán y había pedido ella misma trabajar en la cárcel
20. Las risas iban en crescendo, y en crescendo las palmas y los vítores, cuando apareció Zulema
21. Amaranta seguía observando la cartera y, al pasar junto a ella, Zulema no pudo evitar darle un empujón que la hizo desaparecer en la oscuridad de la celda