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    Используйте «palmera» в предложении

    palmera примеры предложений

    palmera


    1. el espacioun surtidor que se abría en lo alto como una palmera


    2. una palmera, con sus ojosresplandecientes y su ondulación


    3. generosa de la tierracaliente, la palmera, la caña, y revoloteando


    4. pies puede decirse, un hermoso país dondecrecen la palmera, el


    5. uncortinado o de una palmera en el invernáculo


    6. hermoso y tangrande, con la gran palmera y el Niño Dios en los


    7. [10] Palmera enana: el Camerops de los botánicos


    8. de ir a La Palmera, y emprendimos, en efecto, laascensión


    9. que sobresalía en la mesa, como una palmera


    10. Aquí aparecían enredaderas florecidas, cactos, bambúes; allá una palmera brotaba de un patio, abriéndose sobre el tejado de una casa donde las zurcidoras trabajaban al fresco

    11. Y fueron almas inglesas (¡Dios nos perdone a todos!) las que, mientras él se mecía, bajo un sol extraño, en la verde horca de la palmera, pidieron, en su justa ira, que se abrieran para él los infiernos


    12. Hood dejó de andar y se detuvo bajo una palmera


    13. un líquido blanco, que se espesa merced al calor del compa­ñón y cuyo olor recuerda al de la leche de palmera"


    14. Y he aquí que el día siguiente la varilla de palmera obró como la primera vez, y extrajo del tesoro del kadí algunas monedas de oro, con las cuales la esposa del kadí mandó comprar provisiones admirables, entre ellas un cordero relleno de alfónsigos, e invitó a algunas vecinas suyas a compartir con ella la excelente comida


    15. Pero junto al manantial, alzándose de la tierra yerma, se yergue una palmera enorme y solitaria


    16. Yo soy quien fecunda a la palmera, quien revela a la amante los secretos del corazón que ella ha inflamado, y es mi aliento perfumado quien anuncia al peregrino del amor que se acerca a la tienda de su bienamada


    17. Bajé la Calçada do Tojal hasta la Estrada de Benfica, con las punteras relucientes, giré a la izquierda en la palmera de Correios, y me dirigí al establecimiento frente a la iglesia, con sus escaparates ya encendidos, repletos de cajas de chocolate y de botellas de anís


    18. La palmera de Correios se sacudía y mi sobrino respondió de un tirón,


    19. Me acordé de su madre con la máquina de pedal arrimada a la ventana, me acordé del murmullo de los tilos, me acordé de la sopa que la vieja comía mientras seguía remendando, de los hilos que se le enmarañaban en el pelo, y el hijo, acercándose a mí, Hola niña, y yo ¿Por qué motivo no me dibujaste el mar?, mi hermano Fernando dormía en la habitación, desde que cortaron las trepadoras sobraba luz en el jardín, un silencio diferente moraba en los arbustos, la ausencia de la palmera ensanchaba el horizonte, viviendas de tejados de pizarra, casas de la Rua Emilia das Neves y de la Estrada de Benfica hasta los castillitos de Portas y el barrio de negros en Damaia, lo que quedaba del Colegio Lusitano transformado en taller de tonelero y refugio de mendigos, con perchas sepultadas en la hierba, el cañaveral del riachuelo, atascado de basura, junto a las vías del tren donde ningún tren pasaba y donde el cadáver del mozo de cordel se pudrió semanas y semanas, Hola niña, y yo No me has dibujado el mar porque el mar no existe, qué mentira el mar, has escondido las olas con los dedos y has hecho galerías y girasoles y mariposas, un mirlo se posó en lo alto de la jaula en la que la zorra se extendiera con el hocico pegado al cazo, La pequeña se ve enseguida que no es mi hija, no insistas, gritó mi padre en el despacho, yo debería acabar con ella y contigo, y sollozos, y bofetadas, y más gritos, y mi hermano Jorge Padre tiene esas cosas, ya le conoces las manías, y él Claro que el mar no es mentira, niña, soy yo que no sabía explicarlo, si tuviese un lapicero te lo mostraría, nuestra madre me trajo la comida con un chichón en la frente y la mejilla herida, dejó la bandeja encima de la cama, bajó las escaleras sin hacerme una caricia, sin besarme, y yo ¿Nuestra madre no es mi madre, Jorge?, el cadáver del mozo de cordel se había dilatado hasta el punto de reventar la camisa, fueron los alumnos de la escuela quienes dieron con él descomponiéndose, y mi padre La pequeña no sale de aquí, exijo que no salga de aquí, exijo que nadie la vea, que nadie piense, que nadie hable, el mirlo alzó el vuelo desde la jaula y yo Si nuestra madre no es mi madre no tengo madre ni padre, puse un aria de ópera en el gramófono y él agarró un lápiz y empezó a garabatear una playa en la pared, dunas, peñascos, toldos de bañistas, paquebotes, y yo, en cuanto comenzó a cantar el tenor después de los violines, El mar es verde, tienes que pintarlo de verde, y mi hermano Jorge Aunque no fueses de ellos serías mi hermana, hermanita,


    20. y yo le apreté la manga con fuerza creyendo que tal vez podríamos partir todavía y no podíamos, con qué dificultad se curvan las espaldas, con qué dificultad los brazos, con qué dificultad las piernas se mueven, en el sitio de la Estrada Militar no hay soldados marchando con un oficial y un tambor al frente, sino chabolas de negros y gitanos, de gitanos y de negros, sin una luz salvo la de los dientes y la de la baba de los perros tan enclenques como ellos, barracas con trozos de cartón, con tablas, con duelas de barricas, con maderas de andamios, mujeres descalzas calentando cazos en las piedras, niños con rostros como charcos, cieguitos, aun en septiembre un lodazal de lluvia, pobres de vosotras que habréis de entrar a la iglesia (y yo encerrada en el ataúd) y al empujar la antepuerta las llamas de los cirios se inclinarán trémulas hacia vuestro luto que dura lo que una misa y un entierro y habréis de mediros, indecisas, ¿A cuál de nosotras le tocará, Manuela?, ¿A cuál de nosotras le tocará, Luisa?, el cementerio lleno de maridos que no esperaron, que no esperan, ¿Oyes la tormenta?, no es que yo tenga miedo, tú sabes que no tengo miedo, de qué sirve tener miedo, pero habla conmigo, pero quédate ahí un rato, pero no cuelgues todavía, en Ericeira encendía la salamandra al atardecer, el viento en los pinos me aterraba, por la ventana de la sala la colina bajaba hacia las dunas y la arena brillaba, las olas me rompían los huesos en la muralla, mis sobrinos seguían en bicicleta hacia el agua que la bandera roja prohibía, había un café desierto, con grandes letras pálidas, en la cima del farallón, nadie frecuentaba aún la playa de Sao Lourenço, sólo habitada por raras gaviotas, ningún veraneante, ninguna sombrilla, ningún bañista, adolescentes lejos de sus padres saltando por las rocas, y ellas proyectando partidas de canasta, proyectando excursiones a Sicilia, a Yugoslavia, a Leningrado, a Egipto, ¿No te parece, Maria Antonia?, y yo que sí con la cabeza, imaginando un autobús de visitas que tejen por Europa, Sicilia claro, Yugoslavia claro, Leningrado claro, tiene un museo estupendo, Egipto, las pirámides, la Esfinge, y por qué no una excursión a Benfica, y por qué no una excursión a lo que fuimos, bodas, procesiones, bailes de carnaval, partidos de hockey, el lobo de Alsacia de mi padre, encerrado y soltando aullidos, en una jaula, y después de salir las visitas, con sus Sicilias y sus museos, mi sobrino, de espaldas a mí, observando el mercado nuevo, Si la tía no quiere ponerse en tratamiento de quimioterapia no se pondrá, no se preocupe, y yo a él ¿Cuánto tiempo, hijo mío?, y él, cambiando los cacharros de posición, No lo sé, y entonces lo vi sentado en la Quinta do Jacinto, bajo un nogal seco, él, que vivió en Londres, que trabajó en Londres, que tenía ocho canales de televisión y una criada española, ni de la existencia de la Quinta do Jacinto sabía, viviendas con dalias mustias en el otero de Alcántara, el borracho que irrumpía en la sala de costura asegurando Yo vuelo, la modista que lo amenazaba con la plancha y después, ya más calmada, La niña disculpe pero es por culpa de estas cosas y otras más que tengo el corazón hecho una pena, y mi sobrino, con la cartera en las rodillas, en espera de la noche para entrar en casa como yo espero el día para entrar en la muerte porque, no sabiendo gran cosa, sé que moriré de día, durante las primeras horas del día, con un vecino médico, llamado con tal urgencia que ni tiempo tuvo de peinarse, que me auscultó el corazón parado pensando que lo oía cuando lo que realmente oía era el cangilón del ascensor, y conmigo morirán los personajes de este libro al que llamarán novela, que en mi cabeza, poblada de un pavor del que no hablo, tengo escrito y que, según el orden natural de las cosas, alguien, un año cualquiera, repetirá por mí del mismo modo que Benfica se ha de repetir en estas calles y fincas sin destino, y yo, sin arrugas ni canas, cogeré la manguera y regaré, por la tarde, mi jardín, y la palmera de Correios crecerá de nuevo antes que la casa de mis padres y que el molino de zinc pidiendo viento, y mi hermana, viuda también y sin el pecho izquierdo, amputada del pecho por un cáncer, un cáncer como el mío, un cáncer, un cáncer, No es que yo tenga miedo a las tormentas, hay pararrayos por todas partes y además de qué sirve tener miedo, pero no cuelgues todavía,

    21. 97 Asisten a su nacimiento unos pastores (suelen ser tres, como los reyes magos); sus fieles lo llaman «Salvador» e «Hijo de Dios»; predica el bautismo que simboliza la nueva resurrección del alma; en una boda convierte el agua en vino; entra triunfante en una ciudad montado en una borriquita y aclamado por una muchedumbre de seguidores que lo reciben con palmas (me refiero a palmas de palmera, claro, aunque no descarto que también sonaran aplausos entusiastas);98 muere en primavera para redimir los peca-96


    22. Pitt trepó por la cadena del ancla intentando imitar el estilo de un nativo de la Polinesia que trepa a una palmera para coger cocos


    23. Sin embargo, la parte que quedó en pie era tan alta que una palmera vista desde arriba no parecía mayor que un saltamontes


    24. Ella, que tenía muchas plantas en la ventana y las cuidaba, dijo un día que la primera que compró fue una palmera


    25. Cantarán los techos de palmera


    26. La mayor parte de las dataciones mediante radiocarbono de los propios cocos de palmera indican fechas anteriores a 1500, lo cual sugiere que la palmera escaseó o acabó extinguiéndose a partir de entonces


    27. Los depósitos de sedimentos de polen de Flenley indican la desaparición, entre los años 900 y 1300, del polen de palmera, de árbol del paraíso, de toromiro y otros arbustos y su sustitución por polen de pastos y hierba, pero las dataciones de depósitos de sedimentos mediante radiocarbono son un reloj menos preciso para la deforestación que las dataciones directas de las palmeras y sus cocos


    28. Pero en mi opinión hay evidencias convincentes contrarias a la idea de que el cambio climático produjera por sí solo la deforestación y la extinción de aves: los vaciados de troncos de palmera en los flujos de lava del monte Terevaka demuestran que la palmera gigante ya había sobrevivido en Pascua durante varios cientos de miles de años; y los depósitos de sedimento de Flenley contienen muestras de polen de palmeras, árbol del paraíso, toromiro y otra media docena de especies de árboles presentes en Pascua de hace entre 38


    29. de palmera que éstas si eligieran hacerlo


    30. Pero ¿por qué un hombre rechaza el almidón de palmera, se conforma con un rendimiento medio más bajo producto de la caza y no aporta al hogar sus capturas para sus hijos y su esposa, como predice la visión tradicional de los antropólogos?

    31. Justo cuando Tim Kearney sale del barranco, se para un momento bajo una gran palmera, mira hacia el muelle y sus ojos se encuentran durante un segundo con los de Bobby Z


    32. A la sombra de una desplumada palmera, presenciamos el Volleypalooza, un torneo de voley-playa que, durante dos días, enfrenta a las agencias de modelos


    33. Preparaban vino de palmera, lo bebían y se emborrachaban; se dormían a la sombra de las palmas y al despertar se peleaban y a veces se mataban entre ellos


    34. Dentro de un pesado armazón de hierro había unos troncos de palmera partidos colocados sobre un montón de palmas secas que servían de encendajas


    35. –Un grave problema, sí, señor, me alegro de que lo reconozcas, Bernard, y de que seas realista, porque en las últimas horas andas colgado de una palmera y boca abajo, sin tener los pies en el suelo


    36. Pero Roger se había ocultado tras el tronco de palmera, y contra él se reclinaba, con la respiración entrecortada y los ojos pestañeantes


    37. El patio con la palmera, la playa que se va quedando vacía, la casa con corazón que ya no guarda más que silencios


    38. Judea se simboliza por medio del prisionero debajo de una palmera, mientras que las letras S


    39. –Subiré a la palmera -dijo, y sus ojos quedaron fijos en los ojos cálidos del rostro moreno


    40. (Mientras habla, oculta un cabo del aparato entre las hojas de una palmera situada cerca de la ventana

    41. Luego les permitió jugar con la piel de tigre del salón, e incluso derribar una palmera en maceta antes de decidir que era hora de volver a casa


    42. Más tarde, tumbado bajo una gran palmera, haciendo rodar una de las flores plateadas entre los dedos, volvió la mirada hacia Oone, sentada a su lado


    43. Desde popa, tiraron al mar el botecito, previamente inflado, fueron a la orilla y lo amarraron al tronco oblicuo de una palmera


    44. Los árboles de palmera se veían a un lado, el mar, al otro


    45. Un escarabajo ocupado en devorar el tronco de una palmera quedó carbonizado al percibir electricidad en las antenas


    46. Siguió trastabillando hasta alcanzar la primera palmera


    47. En mitad de la palmera estaba el diablo de los números, abanicándose con las hojas


    48. ¡Sí! En mitad de la palmera estaba sentado el diablo de los números, abanicándose con las hojas


    49. Había una gran palmera en el centro y un hombre sentado a su sombra


    50. El gigantón estaba ahora casi en mitad de la plaza, muy cerca de la palmera






































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    palmera in English

    palm palm tree

    Синонимы для "palmera"

    datilera cocotero platanero