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    testarudez Beispielsätze

    testarudez


    1. la testarudez de los hombresenérgicos, que esperan salir de un


    2. con su testarudez de campesino, sehacía el sordo,


    3. Por un lado, padecía al pensar en el sufrimiento de mi pueblo, un sufrimiento que debía mucho, a fin de cuentas, a la testarudez de Ajeprura Amenhotep; sin embargo, por otro, sentía un alivio y una satisfacción enormes al ser consciente de que, reconociendo que Moisés no era un farsante y alejándome de la corte, me había ahorrado el verme expuesto a tamañas calamidades


    4. Estaba harta de los hombres lobo, de su agresividad y su testarudez


    5. Es muy probable que matara a miles de pacientes por su testarudez


    6. Ante su testarudez, llamé a Jaime y le dije que se preparara para acompañarme al cementerio a robarnos el cadáver de Rosa


    7. Aquella relación otoñal le importaba mucho y no qui-so que la mala salud descalabrara el sólido edificio de su vanidad, por eso trató de alejar a su marido, y si no me pongo firme también me habría excluido; costó una batalla para que me permitiera acompañarla en las visitas médicas, pero finalmente se rindió ante mi testarudez y su debilidad


    8. Pasado algún tiempo, no se mordía la lengua para decir que su temprana inclinación religiosa no había sido más que una testarudez infantil, nacida del odio a su madrastra, y fomentada por un sacerdote de cortas luces, amigo de la casa


    9. Sarmiento, más terco que la misma terquedad, se dirigió al Estrecho con las cinco naves que le quedaban, y aplicó toda su insana testarudez a la fundación de la plaza colonial


    10. Otra característica familiar, quizá mero producto de la mentada consanguinidad, fue el carácter obsesivo, las ideas fijas, la testarudez y, en sus grados más patológicos, la locura

    11. No me sorprendió que obtuviese tan brillantes calificaciones, pues sabía de su inteligencia y testarudez para estudiar, pero sí me cogió con la guardia baja que nada más llegar ya tuviese enamorada, una rubicunda nativa de Virginia, y que en un semestre se echase encima varias más, éxito arrasador que usted atribuía a su belleza latina y yo, a que las chicas norteamericanas saben que la vida se pasa volando y no se andan haciendo las estrechas, con perdón


    12. —Existe la opción de emplazarlos cuando él lo decida —insistió Perrin con testarudez


    13. El Alcalde alargó la cuenta final, tal vez un poco intimidado por la testarudez de Gordon


    14. Brown, con increíble persistencia, machacó al doctor Ruiz; éste, con idéntica testarudez, se ciñó a sus declaraciones anteriores


    15. Pero mientras exterminen a los dusarianos, muchísimos millares de sus propios guerreros perecerán; y todo por la testarudez de una sola mujer que no querría casarse con el príncipe que la ama


    16. Saltaba a la vista que la pantomima con Edmure y el patíbulo sólo había servido para fomentar la testarudez del Pez Negro, eso era evidente


    17. El maestre Luwin aconsejó a Robb que permaneciera en Invernalia, y Bran también se lo suplicó, por su seguridad y por el bien de Rickon, pero su hermano se limitó a sacudir la cabeza con testarudez


    18. La conocía bien y sabía de su testarudez


    19. –¿Y es testarudez o esperanza lo que te mantiene aquí en la ciudad?


    20. Recordando la testarudez de Penrod, Sazed supuso que el hombre pondría objeciones

    21. Después de haberse sumergido durante años, con la testarudez de un lemming, en los abismos del cine no comercial, escogiendo sus papeles según el criterio del chico inadaptado, Finn era el primer sorprendido tras haber ganado el Oscar por su interpretación de Kurt Cobain


    22. La aristocracia romana estaba pagando la testarudez de la generación anterior


    23. Tenía la testarudez de un


    24. La escandinava testarudez de Erickson se disponía a lanzar nuevos argumentos cuando llegó el camarero con las bebidas


    25. Un millonario, hombre encantador a pesar de sus millones, se ve despedido por la mujer pobre y sin atractivos con quien vivía; apela en su desesperación a toda la potencia del oro y pone en juego todas las influencias de la tierra para que su querida vuelva con él, sin lograrlo; ante la testarudez invencible de esa mujer, más vale suponer que el Destino quiere agobiarlo y hacerlo morir de una enfermedad al corazón que no buscar una explicación lógica


    26. Media hora más tarde los exploradores salían de la ciudad, conduciendo ante ellos a los pocos que, por testarudez o simple inercia, habían elegido quedarse en Pera


    27. «Pero ha heredado toda su testarudez


    28. Pero el antropoide se limitó a sentarse en una rama con cara de testarudez


    29. Pero siempre me ha superado en talento con la Habilidad y en testarudez


    30. El otro, a través de una cualidad de testarudez, no desea hacer el esfuerzo necesario para conquistarlas

    31. Las grandes intrigas que vinieron luego y, sobre todo, aquellas negociaciones entre Eichmann, Becher y los judíos, todas las historias de rescate de judíos a cambio de dinero, de camiones, sí, estaba más o menos al tanto, e incluso hablaba de ellas, e incluso conocí a algunos de los judíos implicados, y también a Becher, un hombre inquietante que había ido a Hungría a comprar caballos para las Waffen-SS y se hizo a toda velocidad, por cuenta del Reichsführer, con la mayor fábrica de armamento del país, las Manfred-Weiss Werke, sin avisar a nadie, ni a Veesenmayer, ni a Winkelmann, ni a mí, y a quien el Reichsführer encargó más adelante tareas que o bien duplicaban o bien contradecían las mías y también las de Eichmann, algo que, según acabé por entender, era un sistema típico del Reichsführer, pero que, in situ, sólo valía para sembrar cizaña y confusión; nadie coordinaba nada, Winkelmann no tenía influencia alguna ni sobre Eichmann ni sobre Becher, quienes no le informaban de nada; y debo admitir que yo no me portaba mucho mejor que ellos, que negociaba con los húngaros sin que lo supiera Winkelmann, con el Ministerio de Defensa sobre todo, en donde había establecido contacto con el General Greiffenberg, el agregado militar de Veesenmayer, para ver si el Honvéd no podría también darnos sus batallones judíos de trabajo, incluso con garantías particulares de un régimen especial, a lo que, por supuesto, el Honvéd se negó categóricamente, con lo cual sólo nos quedaban, como obreros potenciales, los civiles reclutados a principios de mes, los que se pudieran quitar de las fábricas, y sus familias, es decir, un potencial humano de escaso valor, y ésa fue una de las causas por las que tuve que acabar por considerar aquella misión un fracaso total, aunque no fue la única causa, ya hablaré de ello, incluso a lo mejor hablo un poco de las negociaciones con los judíos, porque eso también, en última instancia, repercutió más o menos en mis atribuciones o, para ser más exacto, utilicé, no, intenté utilizar esas negociaciones para que fueran adelante mis propios objetivos, con muy poco éxito, lo admito de buen grado, por todo un conjunto de razones, y no sólo la que he mencionado ya, también estaba la actitud de Eichmann, que se volvía cada día más difícil de tratar, y Becher también, y la "WVHA, y la gendarmería húngara, todo el mundo ponía de su parte, ¿sabéis?; en cualquier caso, lo que quería decir más exactamente es que si alguien desea analizar las razones por las que la operación de Hungría dio unos resultados tan magros para la Arbeitseinsatz que, bien pensado, era mi preocupación primordial, hay que tener en cuenta a toda esa gente, y a todas esas instituciones, que desempeñaban cada cual su papel, pero también se censuraban mutuamente y a mí también me censuraban, de eso no se privaba nadie, podéis creerme; en resumen, aquello era un follón, un auténtico lío, con lo que, en último término, la mayoría de los judíos deportados se murieron, enseguida quiero decir, los gasearon antes de haber podido siquiera ponerlos a trabajar, pues muy pocos de los que llegaban a Auschwitz eran aptos, unas bajas considerables, un setenta por ciento quizá, nadie está demasiado seguro de nada, por culpa de las cuales se creyó después de la guerra, y resulta comprensible, que ése era el mismísimo propósito de la operación, matar a todos esos judíos, a esas mujeres, a esos ancianos, a esos niños mofletudos y rebosantes de salud, y por eso no había forma de entender por qué los alemanes, siendo así que estaban perdiendo la guerra (pero el espectro de la derrota no estaba quizá tan claro por entonces, desde el punto de vista alemán por lo menos), seguían emperrados en las matanzas de judíos, movilizando recursos considerables de hombres y de trenes sobre todo, para exterminar a mujeres y niños, y, como no había forma de entenderlo, se atribuyó a la locura antisemita de los alemanes, a un delirio de asesinato que se hallaba muy lejos del pensamiento de la mayoría de los participantes, pues, de hecho, para mí como para tantos otros funcionarios y especialistas, se trataba de bazas esencialmente cruciales, encontrar mano de obra para nuestras fábricas, unos cientos de miles de trabajadores que nos permitieran quizá darle la vuelta al curso de las cosas, no queríamos judíos muertos, sino bien vivos, válidos, varones de preferencia, ahora bien los húngaros querían quedarse con los varones o, al menos, con buena parte de ellos, así que de entrada ya empezábamos mal, y además estaban las condiciones de transporte, deplorables, y Dios sabe cuánto me peleé con Eichmann al respecto y él siempre me contestaba lo mismo: «No es responsabilidad mía; es la gendarmería húngara la que llena y dota los trenes, no nosotros», y además estaba también la testarudez de Höss en Auschwitz, porque entre tanto, quizá como consecuencia del informe de Eichmann, Höss había vuelto, como Standortálteste, en lugar de Liebehenschel, a quien habían arrumbado en Lublin, así que estaba la incapacidad obstinada de Höss para cambiar de sistemas, pero de eso hablaré quizá más adelante y con más detalle; recapitulando, pocos de nosotros deseaban deliberadamente lo que sucedió y, sin embargo, me diréis, sucedió, es cierto, y también es cierto que a todos esos judíos los mandaban a Auschwitz, no sólo a los que podían trabajar, sino a todos, es decir, con conocimiento, sin lugar a dudas, de que a los viejos y a los niños los gasearían, así que volvemos a la pregunta inicial: ¿por qué esa obstinación en dejar a Hungría vacía de judíos, en vista de las condiciones de la guerra y todo lo demás? Y, claro, sólo puedo adelantar hipótesis, porque aquello no era mi objetivo personal, o, más bien, en ese aspecto no puedo concretar mucho, sé por qué querían deportar (por entonces decíamos evacuar) a todos los judíos de Hungría y matar en el acto a todos los que no fueran aptos para el trabajo, y era porque nuestras autoridades, el Führer, el Reichsführer, habían decidido matar a todos los judíos de Europa, eso está claro y lo sabíamos, igual que sabíamos que los que fueran a trabajar morirían también antes o después, y el porqué de todo esto es una cuestión de la que ya he hablado mucho y para la que sigo sin respuesta, la gente, por entonces, creía todo tipo de cosas acerca de los judíos, la teoría de los bacilos, como el Reichsführer y Heydrich, esa teoría a la que aludió Eichmann en la conferencia de Krummhübeí, aunque para ellos me parece que debía de ser un punto de vista intelectual; la tesis de las sublevaciones judías, espionaje y quinta columna a favor de los enemigos que se iban acercando, y era una tesis que obsesionaba a buena parte de la RSHA y tenía preocupado incluso a mi amigo Thomas; temor, también, a la omnipotencia judía, en la que algunos creían aún firmemente, lo que, por lo demás, causaba equívocos cómicos, como aquel de primeros de abril, en Budapest, cuando hubo que sacar de sus casas a muchos judíos para que quedaran disponibles sus viviendas y la SP pedía que se crease un gueto y los húngaros se negaban porque temían que los Aliados bombardeasen las zonas de alrededor del gueto y el gueto no lo tocaran (los americanos habían bombardeado ya Budapest mientras yo estaba en Krummhübel); y entonces los húngaros diseminaron a los judíos y los pusieron cerca de los blancos estratégicos militares e industriales, lo que inquietó sobremanera a nuestros responsables, pues, si los americanos bombardeaban, pese a todo, esos blancos, ésa sería la demostración de que el judaismo mundial no era tan poderoso como se creía, y debo añadir, para atenerme a la justicia, que, efectivamente, los americanos bombardearon esos blancos y, de paso, mataron a muchos civiles judíos, pero yo hacía mucho que había dejado de creer en la omnipotencia del judaismo mundial, porque, en caso contrario, ¿por qué se habían negado todos los países a quedarse con los judíos en 1937, y en 1938, y en 1939, cuando todo cuanto queríamos nosotros era que se fueran de Alemania, lo cual, en el fondo, era la única solución razonable? Lo que quiero decir, volviendo a la pregunta que hacía antes, porque me he desviado un poco, es que incluso aunque la meta final fuera indudable, la mayoría de los que intervinieron en esto no trabajaban para cumplir esa meta, no era eso lo que les interesaba y, por lo tanto, no era lo que los movía a trabajar de forma tan enérgica y encarnizada, sino que era toda una gama de motivaciones, e incluso Eichmann, estoy convencido, se comportaba con mucha dureza, pero estoy seguro de que en el fondo le daba igual que matasen a los judíos o que los dejasen de matar, a él todo lo que le importaba era demostrar de qué era capaz, estar en el candelero y también dar salida a las capacidades que había desarrollado; lo demás le importaba un carajo, y tanto la industria como las cámaras de gas, por cierto; lo único que no le importaba un carajo era que nadie se descojonara a su costa, y por eso se ponía tan gruñón en lo de las negociaciones con los judíos, pero ya volveré sobre esto, porque no deja de ser interesante; y lo mismo les pasaba a los demás, todos tenían sus razones, el aparato húngaro, que nos ayudaba, quería que los judíos salieran de Hungría, pero le importaba un carajo lo que pudiera pasarles, y Speer, y Kammler y el Jagerstab querían trabajadores y presionaban encarnizadamente a las SS para que se los consiguieran, pero les importaba un carajo lo que pudiera pasarles a los que no podían trabajar, y además había montones de motivaciones prácticas, yo por ejemplo, sólo tenía que ocuparme de la Arbeitseinsatz, pero no era, ni mucho menos, la única baza económica, como supe cuando conocí a un experto de nuestro Ministerio de Alimentación y Agricultura, un joven muy inteligente a quien le apasionaba su trabajo, que me explicó una noche, en un viejo café de Budapest, el aspecto de la cuestión relacionado con los alimentos; y lo que pasaba era que, tras perder Ucrania, Alemania tenía que enfrentarse a una grave carencia de abastecimientos, sobre todo de trigo, y por lo tanto, había mirado hacia Hungría, que era una gran productora, y, según él, por cierto, ésa era la razón principal de nuestra pseudoinvasión, asegurarnos esa fuente de abastecimiento de trigo y, por lo tanto, en 1944 les estábamos pidiendo a los húngaros 450


    32. Si, por una parte, reconocía que no tenía derecho a exponer a sus soldados en aquel lamentable hecho, debido únicamente a la testarudez de los dirigentes judíos, por otro lado no podía dejar que mataran a aquellos hombres y mujeres sin intervenir


    33. En torno a ellos, sobre todo a babor de los dos timoneles, se agrupaban los oficiales de la Calamar y ciertos oficiales de la otra nave sobre cuya presencia el Ratonero había insistido con testarudez, a pesar del tiempo requerido para su transbordo


    34. —¡Mi opinión es ésta! —sentenciaba ella, y desplegaba su testarudez hasta que conseguía su santa voluntad


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    testarudez in English