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las piezas, incluidas las del desván
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amontonados como en un desván olvidado, el sueño de los justos
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La imagen de la hoz y del martillo, cubierta de polvo y telarañas, figura hoy en el desván posperestroiko, al lado de
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acurrucado como un gato que se encuentrahuído y receloso, y hambriento en desván
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he pasado cincuenta añosen este alcázar; nací en un desván de él, y el alcázar
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chispa quehabía en el desván
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Un hombre puede rodar por cualquier lado, dormir enun desván, al sereno
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lacasa» había abandonado indudablemente aquel desván de su cuerpo en elque tantas cabriolas
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porfalta de cielo raso en la alcoba, le escocían los ojos con el polvo quecaía del desván, cada vez que (y
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entera yacía debajo detres dedos de polvo en el desván de un canónigo grande amigo
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también ahuchaba doblones de oro en botes de hoja de lata y losescondía en el desván
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y un inmenso desván para las bestias del espacio
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jardinero había muerto, y que la viuda refugiada con suhijo en un desván de las Claverías, lavaba
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Isidora los había llevado del desván a su cuarto,y
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humedad y a polvo,delatando el olvido en los cofres de algún desván
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Aun desde la cama lo oigo en la gotera del desván, que, al caer en unbarreño, hace un ruido
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el telarañosorecinto del desván se veía muy poco
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intenso ypalpable que los juegos solitarios del desván
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La llave del desván quedó en poder de las sirvientas de los señoresAdorno y Salvago, para que
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tejado, y en lo alto el desván, limitado por un tablerovertical
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conocimiento, hallosetendido boca abajo en el suelo del oscuro desván
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Subieron por la escalera de madera hasta el desván y llamaron en unapuerta
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Mouche, cuya hamaca está colgada donde más bate la brisa, charla con el minero griego, sin saber de este lugar que tiene de desván y de escondrijo
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Un día Laurencio me dijo que tenía permiso para pasearme por el desván mientras hacían mi cama y barrían el calabozo
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Desde el instante en que me había despertado en el desván no había transcurrido sino una hora
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Era un resultado ínfimo, que no alcanzaba siquiera para formar grupo parlamentario propio en el Congreso y que lo confinó en el desván del grupo mixto junto con su eterno compinche Santiago Carrillo, quien por entonces alargaba su agonía al frente del PCE y no se cansaba de repetirle entre risas que así les pagaba el país a los dos el gesto de aguantar el tipo en la tarde del 23 de febrero; pero también era un resultado suficiente para permitirle ejercer de aristócrata de izquierda o de centro izquierda y de estadista de la concordia
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Su amigo tenía en Francia la casa familiar, a la que regresaba en las vacaciones, y de la que hablaba o escribía incesantemente a Jacques, casa donde había un desván lleno de viejos baúles en los que se conservaban las cartas de la familia, recuerdos, fotos
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Jacques, y Pierre también, aunque en menor grado, se sentía de una especie diferente, sin pasado ni casa familiar, ni desván atestado de cartas y de fotos, ciudadanos teóricos de una nación imprecisa donde la nieve cubría los tejados mientras ellos crecían bajo un sol fijo y salvaje, armados de una moral de lo más elemental que les proscribía por ejemplo el robo, que les recomendaba defender a la madre y a la mujer, pero que guardaba silencio en cantidad de cuestiones vinculadas con las mujeres, la relación con los superiores
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El examen de ingreso era bastante duro, pero gracias a sus lecturas nocturnas en el desván de la librería de Yibin obtuvo el primer puesto
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Los fugitivos treparon por una escalera que conducía al desván; desde allí pasaron a una trastera, de ésta al tejado [183] y por aquí a la casa del tintorero, que ya había dado asilo a Alifonso en los tremendos días de la prisión de Leonardo; pero en vez de quedarse allí, seguros de que serían perseguidos, salieron a la calle inmediata, que era la de Lavapiés, y se alejaron a toda prisa, pero con el mayor disimulo
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En una vieja bañera, olvidada en un desván, encontramos muchos pares de botas de montar puestos en hormas de madera lustrada que las mantenían estiradas
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Blove desapareció por una oscura puertecita en el desván
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murmullos, pisadas fuertes subían la escalera, puertas que se abren y se cierran, ruidos en el desván y, por último, pasos en el pasillo y la voz de Lombard que decía:
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No había nadie en el vestíbulo y subimos directamente al desván
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Deduje lo que tenía que haber ocurrido por el traje, y mis suposiciones se confirmaron al encontrar una cuerda mojada en el desván
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No pude comprender entonces lo que había investigado en un desván de telarañas y tinajas de agua
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Pero ese desván sería un buen escondrijo
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—Estaba en el desván —dijo—
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—¿Era usted quien estaba en el desván? Oí pisadas
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Explicó las circunstancias de su descubrimiento en el desván
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Nadie ha mirado en el desván
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Es probable que esté metido en alguno de los baúles del desván
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Se puede notar antes que hay un cuerpo en descomposición en la bodega que en el desván
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Bobby tomó la bujía y los tres salieron del desván, dejando a Roger tendido en el suelo
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Se escondía en el desván, no ya a inventar cuentos improbables, sino a releer con avidez las notas enviadas por su primo hasta conocer de memoria la inclinación de las letras y la textura del papel
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En el desván, Manson reparte su segunda carta: la Justicia
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En casa, en el desván de su casa de cinco pisos, bebiendo una copa de vino tinto, Manson reparte su tercera carta: el Loco
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En el fondo, ahí subyacía el motivo por el que había sustraído ropas femeninas del arcón del desván del palacio
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Subió deprisa por las escaleras, porque tenía miedo de quedarse sin espectadoras, no tardo nada, les había dicho, y no tardó nada, llegó hasta el desván muy deprisa, tan agitado que al principio pensó que los ruidos que escuchaba los estaba haciendo él mismo
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El desván tenía un ventanuco que comunicaba con el descansillo de la escalera y estaba muy alto, pero la luz del sol lo atravesaba de lleno, ninguna cortina, ningún visillo
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¿Sobrevivirá a un trastorno doméstico del calibre del que sugiere Antonio? En vista de todo esto, se ha acordado de la novela de Wilde, e, imaginariamente ha subido al desván donde mantiene, cubierto por un gran cortinaje de terciopelo, el retrato que, inspirada por el amor, hizo de él Matilda cuando se casaron y rehízo, a su manera, también Antonio inspirado por el afecto y el agradecimiento del hermoso Juan Campos de entonces, y que el Juan Campos de ahora viene viendo sutilmente resquebrajarse, cuartearse, desfigurándole
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¿Adónde ha ido a parar? Después de buscarlo intensamente, el paquete aparece en el Palacio de Justicia de Florencia, olvidado en un desván
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Había que revisar el piso y el desván
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Luego, escribió el mensaje que había de llevar la paloma mensajera y subió al desván
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Por fin le vi entre los que corríamos pasando de una habitación a otra, y subiendo una escalerilla que conducía a un desván
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-En el desván que hay en el fondo del patio y que servía de pajar y granero cuando yo tenía caballo
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Y Yasmina, la dama de los árabes, permaneció así en el desván tres días enteros, comiendo y divirtiéndose con las jóvenes del frasco
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las voces que me perseguían por todos lados como los ojos de los retratos y los gritos de mi hermana en el desván,
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mi hermana Anita dejaba el paraguas goteando y subía al desván a parar el gramófono, y llovía el día entero, y se encendían las lámparas a las dos de la tarde y mi hermana Julieta paseaba sobre nuestras cabezas, ¿Qué tendrá hoy?, y esto todos los domingos de ese invierno, todos los lluviosos domingos de ese invierno,
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y visto que no te atabas los cordones, caminabas por la sala como los buzos con escafandra en la cubierta de los barcos, afirmando las suelas en el desván con un ruido de plomo,
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–Nunca me explicaron de quién eran los pasos en el desván, nunca me explicaron qué se hizo del Señor Jorge en Tavira, Doña Maria Teresa me mandaba callar, Cállese, y yo me quedaba escuchando los pasos y la ópera, temblando, en mi cuarto
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–¿Sabes de quién eran los pasos en el desván, mi amor?
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Los muelles chirriaban, un suspiro se ahogaba en la funda, mi padre se debatía echando pestes contra los capataces de Johannesburgo, y me parecía oír al que duerme conmigo conversar sobre una casa que había dejado de existir, en la que un aria de ópera bajaba del desván como la lluvia meona de octubre
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Esa tarde le pedí a mi hermano Jorge, ocupado en alimentar a los periquitos, que me llevase a Queluz a observar el río, él respondió, mientras cambiaba el alpiste de los nidales, los barría con un cepillo y comprobaba los huevos, que mi padre me prohibía salir del desván, pregunté por qué y él sacudió la cabeza sin hablar, balanceando un saquito de granos con el extremo del brazo
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Mi hermano Jorge me sujetó por el puño y me arrastró hacia dentro de casa, y al traerme la bandeja de la cena al desván pusieron un disco en el plato del gramófono para calmarme, pero yo me sentía tan despechada porque me negaran el mar que no quise comer
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El hijo de la costurera me encaraba desde la puerta, la mecedora chirriaba en la tarima, y se amontonaba en el desván el aluvión del pasado, griferías de bidés, cómodas, cestos, el moho de las cajas de sombreros, maletas con blusas y gabardinas antiguas y, por debajo de nosotros, el corazón de los relojes haciendo retroceder el tiempo
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y yo a mí ¿Cómo han entrado sin que me diese cuenta, cómo han subido los escalones sin que llegase a oírlos, cómo llegaron al desván sin pedirme permiso?,
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Subí y hallé un cuartito en el desván
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—No, señor; ya le he dicho que estaba en el desván
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Después, subieron dos pisos adicionales por otra escalera, hasta llegar al desván
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El espacio del desván era enorme, ya que ocupaba todo el plano de piso en forma de U de la casa, excepto la zona de las torres
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Cada torre era un piso más alta que el resto del edificio, y contaba con su propio desván de forma cónica
73.
El desván principal tenía un techo de catedral, en consonancia con la extensión del tejado
74.
Cuando llegaron al castillo, Kim sugirió que probaran en el desván, en lugar de la bodega
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Cambiaron de dirección y subieron al desván
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Como casi todos los cajones del desván, estaba lleno de papeles, sobres y cuadernos
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Dijo que quería dedicar unas cuantas horas más al desván
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Regresó al castillo y subió al desván
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Finalmente, volvió al trabajo, esta vez en el desván
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Por fin, subió por la escalera y fue al desván a trabajar
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La trampilla del desván se cerró tras ella con bastante ruido
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La atmósfera del desván era penetrante y desagradable
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Junto a su prima habían jugado en cada rincón, merendado en la mesa maciza de la cocina y dormido en una cabaña que hicieron en el desván
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Farid llevaba al hombro la mochila que ella había hallado en el desván de Elinor
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El museo era el desván del cuerpo de Intendencia, a su vez encargado de aprovisionar al ejército desde la guerra de la Independencia
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Bernarda subió al desván, por orden de su ama, las marmitas, los hilos de coser virgos, el saco con los huesos de gato y los botes de ingredientes mágicos
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En otra de las esquinas del desván se erguía un objeto metálico
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Hacía más de un siglo que el techo del desván padecía humedades
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La caja de herramientas la emparedaron en el desván
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Después de que ese resplandor se desvaneciera, un torrente de luciérnagas invadía el desván; parecían soldados de oro celebrando la victoria de una batalla
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Ese era el mejor momento del día para visitar el desván, el más hermoso
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Cuando entró en el desván, las estrellas se apelotonaban en el ventanuco
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Hasta el desván llegaba la brisa del encinar, su olor a piedras húmedas, a recuerdos de plata
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Los había roto por el vicio del frenesí, pero también por un temor a perderle, a poner punto y final a aquella novela que le reclamaba su editor, a que el vacío de estar sin ella le vaciara a un tiempo de él, y se lo llevara para siempre al desván de las novelas olvidadas y los hombres olvidados, para continuar su rutina de pasiones que van y vienen, inspiran y mueren
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Además, El Encorvado seguía en casa -veíamos su bicicleta en un rincón del establo-, y trabajaba en el desván
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Pero en el resto de la casa el espacio para guardar cosas era limitado, y sin desván ni garaje, lo único que se me ocurría era el sótano
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Una escalera de madera conducía a un desván
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una cunita en el desván
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en el oscuro desván del lirio,
